BENEFICIOS DEL OZONO

OXIGENANTE

El ozono tiene un efecto directo sobre los glóbulos rojos, incrementa la producción de 2.3-difosfoglicerato (2.3 DPG) lo que produce un aumento de la tasa energética y una desaturación del oxígeno en la oxihemoglobina provocando una mayor cesión de oxígeno a los tejidos corporales.

El ozono aumenta la flexibilidad y plasticidad de los glóbulos rojos mejorando las propiedades reológicas de la sangre permitiendo una mayor adaptabilidad a los capilares sanguíneos más estrechos, y llegar a los tejidos más distales y profundos. Útil en insuficiencias vasculares periféricas, cardíacas, etc.

REVITALIZANTE

Relacionado con el efecto oxigenante, el ozono tiene la capacidad de promover la recuperación funcional de pacientes con enfermedades degenerativas, crónicas e invalidantes.

ANTIOXIDANTE

(ELIMINADOR DE RADICALES LIBRES)

El ozono es capaz de modular el stress oxidativo biológico no controlado, estimulando los sistemas antioxidantes enzimáticos (glutatión peroxidasa, catalasa, superóxido dismutasa y glutatión S-transferasa), y eliminar los radicales libres que disminuyen las defensas y producen daño celular. Este es el motivo por el que el ozono retarda los procesos de envejecimiento celular, protege contra las infecciones, previene el deterioro de los tejidos y probablemente previene el cáncer.

INMUNOMODULADOR

El ozono, dependiendo de la dosis y forma de aplicación, es capaz de estimular las defensas inmunológicas, tanto celular como humoral, modula las respuestas biológicas inmunes alteradas, que provocan un desequilibrio en el sistema organizativo corporal.

REGENERADOR

El ozono por su efecto oxigenante promueve la regeneración de todos los tejidos del organismo por lo cual resulta muy útil en la cicatrización de lesiones de difícil curación, tejidos articulares, ulceraciones de diversos tipos, en medicina estética, etc.

ANALGÉSICO Y ANTIINFLAMATORIO

El ozono actúa mejorando mediadores neuroquímicos del dolor, como la serotonina, disminuye la concentración local de mediadores inflamatorios como histamina y quininas.

GERMICIDA

El ozono tiene un gran poder germicida al crear en el organismo unos subproductos como el peróxido de hidrógeno, y radicales libres como el anión superóxido, que son especialmente tóxicos para los microorganismos. Inactiva o elimina todo tipo de microorganismo patógeno, como bacterias, hongos y virus.

REGULADOR METABÓLICO

La acción reguladora del ozono sobre nuestro metabolismo ha sido sustentada sobre bases clínicas. En ellas, se ha apreciado una modulación de los indicadores alterados hacia la normalidad. Entre estos indicadores se encuentran, glucosa, creatinina, colesterol, triglicéridos, bilirrubina, ácido úrico y calcio entre otros.

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ACTIVADOR CIRCULATORIO

El ozono tiene un efecto directo sobre la circulación sanguínea: actúa como antiagregante plaquetario, efecto vasodilatador y provoca una mejoría de la presión de oxígeno al aumentar en el sistema arterial, y disminuirla en el sistema venoso. Todo ello hace que mejore la oxigenación celular.

La Ozonoterapia además conduce a una mejoría notable general de muchos procesos fisiológicos del organismo, mejorando la calidad de vida y capacidad de trabajo, sobre todo en casos donde se comienza a notar estos efectos. Asimismo compensa y retarda el deterioro que se da lugar en el organismo con el envejecimiento.

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ACTIVADOR DEL NFR2

El factor de transcripción Nrf2 regula la expresión de numerosos genes de enzimas desintoxicantes y antioxidantes, mediante su unión a una secuencia específica del ADN conocida como ARE (de sus siglas en inglés: «Antioxidant Response Element»), que puede ser activada por diversos compuestos oxidantes como el Ozono. .

La actividad del factor Nrf2 se encuentra constitutivamente reprimida debido a su unión con una proteína citoplásmica llamada Keap1 y al citoesqueleto. Dicha unión fomenta la permanente degradación de Nrf2 por el proteosoma, por lo que el control primario de su función radica principalmente en su distribución subcelular, más que en la síntesis de novo.

Se ha sugerido que el sistema Nrf2-Keap1 contribuye a la protección contra varias patologías como el cáncer, la toxicidad hepática y la inflamación entre otras.

En varios estudios se ha destacado que el factor NRF2 se activa con antioxidantes específicos como es el Ozono.

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HIF-1 ( Hipoxia Inducible Factor – 1)

El Ozono como un oxigeno triatómico (como un superoxigeno) elemina la hipoxia y interrumpe la cascada señalizadora de HIF-1.

La hipoxia o deficiencia en el aporte de oxígeno a los tejidos, caracteriza una serie de situaciones fisiopatológicas, incluido el cáncer. El medio hipóxico activa una cascada señalizadora que induce o reprime la transcripción de muchos genes implicados en la angiogénesis, la metástasis, el metabolismo de la glucosa y la supervivencia/muerte celular. El responsable de esta respuesta es un factor de transcripción heterodimérico, el factor inducible por hipoxia (HIF1), que consiste en una subunidad alfa, sensible al oxígeno (HIF-α) y una subunidad constitutiva beta (HIF-β), que facilita la adaptación a la privación de oxígeno. El HIF es un regulador positivo del crecimiento tumoral y su inhibición produce la supresión tumoral. En muestras tumorales de pacientes, el HIF se encuentra elevado, elevación que se relaciona con mal pronóstico. La identificación de nuevas moléculas dirigidas a la terapia del cáncer, está dando énfasis a las moléculas pequeñas para inhibir eficientemente las vías señalizadoras alteradas en el cáncer.

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El HIF es un factor de transcripción α/β-heterodimérico que regula la adaptación celular a la falta de oxígeno. Los niveles bajos de oxígeno son una característica de los tumores sólidos y las respuestas a la hipoxia contribuyen sustancialmente al fenotipo maligno. La transcripción de genes inducida por hipoxia promueve la angiogénesis, invasión, metástasis, desdiferenciación y aumento en el metabolismo glucolítico. Estos efectos están mediados, al menos en parte, por genes cuya expresión se activa por el factor inducible por hipoxia (HIF). El HIF funciona como un heterodímero que comprende una subunidad α lábil, que depende del oxígeno.